La primera donación de óvulos en el mundo ocurrió en Australia en 1984. Fue originalmente propuesta para casos en los cuales las personas de sexo biológico femenino que deseaban embarazarse no tenían óvulos.
Con el correr de los años, la donación de óvulos se expandió a muchos otros casos, entre otros:
- Cuando la persona tiene una condición genética que no quiere transmitir a su(s) hijo/a(s)
- Después de múltiples ciclos de reproducción asistida fallidos, post diagnóstico por un especialista de óvulos anormales
- En nuevas formas familiares, el caso más frecuente siendo el de una pareja de hombres o el de un hombre solo que desea(n) procrear y opta(n) por la Gestación Sustituta
- Cuando la persona, por edad avanzada no desea correr el riesgo de tener un hijo con posibilidades de malformaciones congénitas o anomalías genéticas.